Insidious [Cine]


Aunque recientemente James Wan dijo que se retiraba del cine de terror, desde su primera obra en 2000 ('Stygian') hasta la más reciente ('Insidious: Chapter 2'), a excepción de una sola película, el director malayo ha dejado su huella en el género con cinco piezas distintas. Por este motivo y alguno más, hoy repasamos una de estas cintas, con fenómenos paranormales, demonios y el primo de Darth Maul.


¿De qué va?

La familia Lambert se acaba de mudar a una nueva casa. A los pocos días, sin motivos aparentes, el hijo mayor de la familia, Dalton (Ty Simpkins), cae en un extraño estado que los médicos no saben definir. Tres meses después, cuando lo trasladan de nuevo a su hogar, la madre, Renai (Rose Byrne) empieza a ver todo tipo de cosas en casa, lo que parcen ser espíritus. 

La crítica

El que me venga y me diga que James Wan no es un experto montando historias de terror, que se vaya ahora mismo, porque este hombre es todo un fenómeno para el género en los tiempos que corren. Lo admito, tiene algún que otro desliz ('Dead Silence' es horrible), pero sus películas suelen ser de calidad.

Los primeros minutos de la cinta nos sitúan dentro de una casa en plena noche. Vemos un crío estirado en su cama, durmiendo. Seguidamente damos un paseo por la casa, una casa algo siniestra. De fondo se oye la música, que va acelerando hasta que vemos el espeluznante rostro de una mujer, James Wan ya nos tiene cogidos por las pelotas y no hay vuelta atrás.

Ambientada en la actualidad, 'Insidious' se presenta como una película en la que los espíritus son los protagonistas. Al poco de mudarse, la familia Lambert vive una mala experiencia y ello desencadena en un seguido de visiones de lo más extrañas, haciendo creer a la familia que hay alguien dentro de la casa. Por si fuera poco, el crío de la familia cae en un estado que los médicos no saben definir al 100% pero que según ellos, es parecido al estado de "caer en coma".
Con un comienzo y un planteamiento como este, es imposible que no quedemos enganchados ante el televisor, esperando respuestas: ¿quién es esa misteriosa mujer que ha aparecido al comienzo de la película? ¿por qué de repente han empezado a aparecer espíritus en la casa de los Lambert? Wan da juego con todas estas preguntas mientras avanza el metraje y nos da más motivos para seguir cabilando sobre el por qué de todo. En ningún momento se detiene, el hilo argumental avanza viento en popa y siempre, hasta el mismísimo final, nos deja dudas sobre que es lo siguiente que va a pasar.

Lo esencial en una película de terror son esos momentos en los que saltas del sillón, esos momentos clave te hacen mantenerte en tensión en todo momento, a veces incluso sabes que va a pasar algo y temes por seguir mirando porque acabarás dando un bote del sobresalto. Justamente cuando eso se consigue, se puede decir que se ha triunfado al hacer una película del género de terror, porque si no da miedo (a excepción de casos alejados), no es una obra terrorífica al 100%.

Esto es posible gracias a la ambientación de los personajes en si, la situación que se genera y la manera de llevarlo por los Lambert. Como añadido he de reconocer, Patrick Wilson en su momento (concretamente en 'Watchmen') me pareció un actor dentro de la media, pero ahora me está empezando a abrir los ojos. Quizás no se trate de un actor de Oscar, pero si de esos que dan atractivo a la película y este hombre se desenvuelve muy bien dentro de su papel.

Volviendo al hilo argumental, he de mencionar cierto descontento por mi parte justo cuando se empieza a descubrir el pastel, el porqué de toda la obra. Porque en ese preciso momento, parte de la esencia que se había creado inicialmente se va al traste y empiezas a verle fallos. El hilo argumental decae y es conducido por un camino algo desastroso que se desvía pronunciadamente de ese inicio tan bien planteado. Por ejemplo, el antagonista empieza a salir más de cerca y entonces ves que es pariente cercano de Darth Maul, que le gusta el heavy metal y es afilador, todo eso me sobraba mucho.
Por otro lado, como era de esperar, James Wan acentúa ese final abierto de una manera sublime, se te ponen los pelos de punta. En parte, imaginamos que es lo que va a suceder, pero la manera en que se muestra hace que nos lleguemos a plantear si realmente pasará lo que creemos y nos lleguemos a estremecer. A mi por lo menos me entraron ganas de ver la segunda parte de inmediato.

Como detalle final no puedo olvidar la banda sonora, sería pecado. El trabajo es excepcional, gracias a ella todos los momentos esenciales y las escenas clave son mucho más decisivas por la magnifica banda sonora que acentúa aún más en el momento decisivo. En lo personal ha sido un acierto total, además de una grata sorpresa, le da un toque y un estilo diferente al arte de Wan.
Quizás no sea la obra definitiva de Wan (superar a Saw es algo realmente complicado), pero rejuvenece considerablemente el género de terror y prepara el terreno para una segunda parte que promete. Por mi parte, hubiese conducido el argumento por otros caminos, sin embargo tal y como está el panorama actual, no le pidas peras al olmo.

Información de más
  • Fue filmada en tan solo tres semanas.
  • Cuando Josh está hablando por teléfono con su mujer en el colegio, en la pizarra del fondo vemos dibujada la cara de Billy, el muñeco de la saga 'Saw'.
  • En las fotos que repasa Josh sobre su niñez aparece sujetando un perro, el pero de James Wan.
  • La máscara que usa Elise para entrar en el mundo de los sueños es parecida a la que se usa en la serie de cómic 'The Sandman' de Neil Gaiman.
Nota final: 6

Tirso Vargas

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